Un tranvia llamado Deseo
Me interesa la violencia, es verdad. No soy un hombre violento, ni mucho menos y por eso mismo, tal vez, me interesa aún más. La violencia como motor de nuestros deseos, o simplemente como desencadenante de nuestras frustraciones o también como herramienta en una relación de poder. La violencia como estética simplemente... No lo sé. ¿Por qué El tranvía, pues? ¿Porque es un clásico cotemporáneoi? Obvio. ¿Porque habla desde las entrañas? También. Pero sobre todo porque habla del frágil equilibrio en el que estamos todos. Cualquier hecho, por pequeño que sea, puede hacer estallar la bomba, puede hacer brotar la violencia que vive dentro nosotros. Lorca, Büchner, Koltès, Mouawad, eso también lo sabían. Por ello, también forman parte de este "tranvía" porque cualquier historia humana es una historia de violencia.