Els condemnats
Las campanas del día de Todos los Santos pican y pican todo el día. Esta es la tortura y la premonición de algo terrible que tienen que soportar los miembros de una familia obligada a convivir.
Un castigo que hoy, día de los muertos, llegará a su límite.
Unos muertos que, por otra parte, tal vez retornen para recordar cuál es su condena. Pero no es de los muertos que tenemos que tener miedo, sino de los vivos.